Tenemos la firme convicción de que no somos perfectos, pero ¿Quién normó la perfección?. Creemos que todos saben que nuestra libertad la perdimos, que alguien se la llevó, que se extravió o sencillamente no existe, pero ¿qué es la libertad sino el libre albedrío condicionado a la causalidad?. Ante esto ¿podremos mantener la esperanza de que una voz (¿la nuestra?) se elevará del resto y nos rescatará de la horda de murmullos incoloros que solo nos aturden y nos llenan de falsedad y tristesa? En caso de poder ¿tendremos la suficiente fuerza para no desfallecer? ¿Alguien te dará la mano? ¿Alguien te la tenderá? ¿Alguien o algo nos ofrecerá su apoyo? ¿Nos dará la verdadera libertad? Y si aquel ser o aquello fuera solo ficción ¿La energía y sabiduría de nuestro interior podría sola? ¿bastaría?. Y mientras más nos preguntamos sobre el sentido de nuestras vidas, más nos daremos cuenta que la opinión de la mayoría (sea correcta o esté en un error) lo maneja todo. La única democracia válida en el mundo, según se deja ver. No obstante, de nada serviría tanto cuestionamiento, tanta búsqueda de argumentos y planteamientos sino nos preguntamos primero: ¿Seguiremos soportando esta situación? Algunos dirán que no, que intentarán hacer algo, razonar, meditar, pensar, mientras otros tantos se subirán al primer taxi que encuentren, es decir, tomarán el camino más fácil y se perderán en la inmensidad del silencio de lo ya establecido, de los "supuestos" evidentes, en resumen, se hundirán en el lodo del conformismo propio de homínidos, no de humanos.
Pues ya es tiempo que descubramos que todo el existir es una unidad indivisible y, por lo tanto, la verdad, toda la verdad, reside en nuestro propio interior: está allí, esperándo ser descubierta. Es nuestra tarea individual el hallarla. No nos desanimemos, no nos desalentemos, no nos dejemos arrastrar por el miedo a lo desconocido, por el miedo a destruir nuestras falsas creencias y abrazar la verdad. Busquemos la verdad, argumentemos nuestras ideas, debatamos, seamos coherentes y sigamos buscando.
Seamos seres humanos auténticos.